I would pass by the clinic but I would never enter, standing in front of the door I would think, “Do I go in or not.” I made five attempts before going in. And when I entered, I sat down, and next to me someone sat down. The older gentleman says “Don’t worry, everything will be fine.” Then I turned and the person was gone. During that time in my life, I was sad and almost asleep on the train. Someone next to me in a woman’s voice tells me “Smile because not everything in life is easy.” After those two events, they became signs that I had to do something. I was always sad and at that time things were much more stigmatized.
The first year in coming to the US was very hard. I wanted to go back I didn’t want to be here, the food didn’t have taste, the people, I didn’t know how to move about. But after 5 years, I knew how to mobilize, I commuted by myself, I didn’t depend on anyone and my mindset changed. Once a person becomes self-sufficient it’s like they adapt. You begin making friends here and there. And when you least think about it, with my friends back in Colombia, I would call them every eight days and then I never called them again. My life is here in Chicago, I am a part of this.
They tell me that when I go to New York or anywhere else, “Where is your home?” Well, Chicago because the city opened its doors to me, it welcomed me. I know that in Colombia you can never have the medications I have here. If I go to Colombia I die, my life ends there. It is very difficult because those medications are expensive.
If you are diagnosed, you have to continue living, you can’t backtrack. To think that you are being given the opportunity to live, to be a better person, it’s like a life lesson. That living day by day is the only way to continue.
Yo pasaba por la clínica pero no entraba, quedaba en frente de la puerta y pensaba, “Entró o no entro”. Hice cinco intentos antes de entrar. Y cuando yo entré, me siento, y al lado se sienta alguien. El señor más mayor y me dice “No te preocupes que todo va estar bien.” Y luego gire y la persona ya no estaba. Antes de eso en esa época, estaba triste y casi dormido en el tren. Alguien al lado en la voz de una mujer me dice “Sonríe que en la vida no todo es fácil.” Después de esos dos eventos eran unas señales que tuve que hacer algo. Siempre estaba triste y en esa época era mucho más estigmatizado.
El primer año en venir a los EEUU era muy duro. Me quería regresar no quería estar aquí, la comida sin sabor, la gente, no me sabia como mover. Pero después de 5 años, me sabía cómo movilizar, me transportaba solo, no dependia de nadien y ya a uno le cambia la mentalidad. Ya cuando uno se pone autosuficiente como que se adapta. Empiezas a tener amiguitos aqui y alla. Y ya cuando menos lo piensas los amigos de colombia, yo les llamaba cada ocho días y ya nunca les volví a llamar. Ya mi vida es aquí en Chicago, soy parte de esto.
A mi me dicen que cuando voy a Nueva York o qualquier lugar y, “Donde es Tu Casa?” Pues Chicago. Porque la ciudad me abrió las puertas, me acogió. Yo se que en Colombia nunca podrá tener los medicamentos que tengo acá. Si voy para Colombia yo me muero hasta allí llega mi vida. Es muy difícil porque esos medicamentos son caros.
Si estás diagnosticado tienes que seguir viviendo, no te puedes echar para atrás. De pensar que te están dando la oportunidad de vivir, para ser mejor persona, es como una lección de vida. Que siguiendo dia a dia es la única forma.
Fernando, He/Him/His
Chicago, IL
Interviewed & photographed by GV Fellow:
Aces, He/Him/His
Chicago, IL
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